Plan de onboarding para empleados: ¿por qué es importante?
Hace unos años, se esperaba que las nuevas incorporaciones permanecieran en la compañía en la que se incorporaban durante un largo periodo de tiempo y, en muchas ocasiones, de por vida. Por ese motivo, los programas de onboarding para empleados no estaban muy elaborados, pues incluían una introducción a la empresa, un montón de formularios y papeleo y, como mucho, un discurso del gerente.
En la actualidad, los empleados buscan mucho más que un simple trabajo y cambian de compañía cada vez que les surge una nueva oportunidad hasta que encuentran lo que buscan. Ante esta situación, se hace necesario implantar un buen plan de onboarding para empleados que ayude a afianzar la relación con los nuevos colaboradores.
¿Qué es el proceso de onboarding?
El onboarding hace referencia al seguimiento que se hace del empleado desde que se incorpora a la compañía hasta que se integra por completo en la misma. A través de este proceso, el empleado adquiere los conocimientos, habilidades y comportamientos necesarios para el correcto desempeño de la actividad que se le asigne. El objetivo principal del onboarding es facilitar la incorporación del trabajador al equipo y crear un entorno de trabajo productivo, motivador, estable y amigable.
La importancia del onboarding es tal que el tiempo de permanencia del trabajador en la empresa puede llegar a depender de su correcta o incorrecta ejecución. De esta manera, cuanto más exitoso sea el proceso, más probabilidades existen de que el trabajador se quede en el equipo. Si no se consigue llevarlo a cabo de forma correcta, la empresa corre el riesgo de incrementar la tasa de rotación y crear un equipo menos productivo.
Las 4 C del proceso de onboarding
A la hora de desarrollar el plan de onboarding, debemos regirnos por una serie de principios, denominados las «4 C del onboarding»:
- Cumplimiento: este proceso guarda una estrecha relación con el compliance, puesto que uno de sus objetivos es dar a conocer a los trabajadores las reglas y normas que afectan a la actividad laboral de la compañía (obligaciones legales, normativa de seguridad, prevención de riesgos, conductas sociales, etc.).
- Clarificación: hace referencia a la necesidad de informar a los empleados sobre el alcance de su trabajo, así como sobre las expectativas de la empresa. Es importante aclararles cuáles son sus tareas y los medios, herramientas y técnicas que debe usar para desarrollarlas.
- Cultura: se trata de una categoría muy amplia que alude a la obligatoriedad de enseñar la cultura corporativa al trabajador, que debe conocer lo antes posible cuáles son los valores, la misión y la filosofía de la empresa. Solo así podrán estar alineados a la compañía y al resto de miembros.
- Conexión: cada compañía tiene su propia estructura organizacional, en la que existen varias jerarquías, así como departamentos, grupos y redes de comunicación. Las nuevas incorporaciones deben conocer todas las conexiones para que sepan cuál es su lugar en la empresa y que establezcan relaciones interpersonales con el resto de miembros.
¿Para qué sirve el proceso de onboarding?
Cuando una persona se incorpora a una empresa, no se puede esperar que se abra camino sin ayuda ni acompañamiento. Es importante hacer que el nuevo empleado se sienta bienvenido para que su incorporación al equipo sea positiva y no piense que su decisión de unirse a la empresa ha sido un error.
El proceso de onboarding, como ya hemos adelantado, sirve para dar a conocer al nuevo empleado los aspectos clave de la compañía, principalmente, la cultura corporativa, las políticas internas y los procesos que se desempeñan. Asimismo, se le deben explicar cuáles van a ser sus funciones y responsabilidades en la empresa.
De esta manera, se consigue incrementar la motivación de las nuevas incorporaciones, fomentar el crecimiento profesional de los empleados y reforzar su sentido de pertenencia.
Beneficios del proceso de onboarding para empleados
El proceso de onboarding aporta beneficios tanto a la empresa como a los trabajadores:
- Reducción de los costes de contratación. Al evitar que los empleados abandonen su nuevo puesto de trabajo, se reducen los costes invertidos en el proceso de reclutamiento y selección de personal para elegir a un nuevo candidato.
- Incremento de la retención del talento. Un buen plan de onboarding reduce las posibilidades de que los trabajadores competentes y altamente cualificados abandonen la empresa de forma prematura.
- Aumento de la productividad. Los trabajadores se encuentran más satisfechos y motivados para desempeñar sus tareas. En consecuencia, la productividad se incrementa.
- Aceleración del proceso de adaptación. Cuando los trabajadores reciben la ayuda necesaria para integrarse en el equipo, el periodo de adaptación se reduce notablemente.
- Mejora del clima laboral. Este proceso ayuda a que los nuevos empleados se vean a sí mismos como parte de la empresa. En consecuencia, los valores comunes de todos los miembros se fortalecerán y se conseguirá mejorar el ambiente laboral.
- Fomento de la coordinación y el trabajo en equipo. Al fomentar las relaciones e interacciones entre los nuevos empleados y el resto de compañeros, se promueve la colaboración y el trabajo en equipo.
- Refuerzo del employer branding. El onboarding es un eje clave que evidencia las buenas prácticas empresariales en cuanto a fidelización, acogida y buen trato de los empleados.
El momento de la incorporación de los nuevos trabajadores a una compañía es vital para configurar su percepción sobre la empresa. De hecho, se estima que alrededor del 70 % de los empleados toman la decisión de quedarse o abandonar la compañía en los primeros seis meses. Por ello, es importante desarrollar un buen plan de onboarding desde el proceso de selección hasta la integración completa en la empresa. ¡Contacta con nosotros y te ayudaremos a elaborarlo!
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